Condimentos Medicinales
Desde la antigüedad se han utilizado muchas plantas y condimentos medicinales en la cocina para dar sabor, pero también como elementos curativos, de conserva etc. que han sido muy beneficiosos para cuidar la salud.
Hay también condimentos muy utilizados en la cocina oriental, que usados adecuadamente aportan múltiples beneficios al organismo, además de añadir toques exóticos deliciosos. Por supuesto, siempre acompañados de una alimentación saludable y equilibrada.
No podemos perder ese arte que nos da la naturaleza, tenemos que saber aprovecharlo y para ello, es necesario saber propiedades y sabores que aportan a nuestros platos.
En Nuestro Entorno
La Bardana
Sirve para cuidar el hígado y depurar la sangre. Es una planta muy común que se encuentra en los caminos, de la cual se usa la raíz. Contiene insulina, un componente interesante para los diabéticos, dado que es un hipoglucemiante. También posee propiedades antisépticas y antibacterianas. Pero su propiedad más importante es que es muy útil para afecciones cutáneas, como eccemas, psoriasis…
Puedes prepararla en sopas, salteados de verduras, estofados…Es una raíz bastante dura, por lo que es necesario cocinarla durante al menos 20 minutos.
El Diente de León
Es una planta muy común de los prados, que florece en primavera. Tiene un sabor amargo, por lo que es un buen hepatoprotector y detoxificante del hígado. Se pueden usar tanto la raíz como las hojas.
Tiene muchos antioxidantes, como vitamina C y A. Se utiliza también en infusión para todo tipo de retención de líquidos y edemas.
Tiene un intenso sabor amargo, por eso lo más interesante es usarlo con preparaciones donde predomina el sabor dulce, es decir, por ejemplo, en ensaladas mezcladas con remolacha, en estofados de raíces, acompañado de calabaza…
Es muy interesante la decocción de esta raíz para problemas hepáticos y digestivos en general.
La Ortiga
Es una planta que abunda y que no tiene muy buena prensa, pero es muy adecuada para limpiar la sangre. Tiene muchísimo hierro y magnesio, y fibra.
Es suavemente diurética y antihistamínica.
Nutre y tonifica, por eso es buena consumirla durante el embarazo.
Si tienes unos guantes de cocina, puedes cortarla, quitar los tallos y quedarte con las hojas. Pica mucho, aunque haya pasado tiempo desde que la cortaste, así que, para manipularla, usa siempre los guantes. Puedes añadirla a guisos, sopas, o incluso en tortilla, están deliciosas!
La Levadura Nutricional
No hay que confundirla con la levadura de cerveza. Es una levadura inactiva, rica en vitaminas del complejo B y con antioxidantes como el selenio o el zinc. Tiene alto contenido en proteínas y también en fibra, y ayuda a regular el contenido de glucosa en sangre de forma constante.
Es muy utilizada en la cocina vegana como sustituto del queso. Tiene un aroma muy agradable y lo podemos espolvorear sobre pizzas, cereales, verduras… yo la uso mucho en salsas, además del miso blanco para dar un gusto a queso por ejemplo en “dips”o quesos untables.
El Physillium o Plantago Ovata
Es un tipo de fibra soluble que se obtiene del plantago. Si lo disolvemos en agua, se hincha y se vuelve viscosa, y actúa como un gel en el intestino, suavizando la mucosa y actuando contra el estreñimiento. Además de estas cualidades, regula el nivel de glucosa, reduce los niveles de colesterol y nos sacia, por lo que puede ayudar a perder peso.
Su uso más frecuente es como laxante, por lo que es muy práctico de llevar cuando nos vamos de viaje y así poder añadirlo a sopas, batidos etc.
Se usa mucho en panadería y pastelería sin gluten porque crea una película de gelatina entre la mezcla de harina, haciendo un poco el efecto elástico del gluten. Eso sí ha de ser previamente remojado en agua unos minutos, para crear ese efecto esponjoso dentro de la masa.
Condimentos Orientales
Las Setas Shitake
Son unas setas que además de deliciosas, tienen unas propiedades específicas, debido a un principio activo llamado lentinan, que es un beta-glucano que estimula la producción de linfocitos T y macrófagos, responsables de nuestro sistema inmune.
Se pueden encontrar fácilmente en herbolarios, tanto frescas o secas (deshidratadas). Frescas, las podemos utilizar en preparaciones que necesiten de hidratación (como hamburguesas, estofados largos, con seitán…) y secas en sopas y cremas, donde intensifican y potencian el sabor, además de las numerosas propiedades medicinales que poseen.
El Miso
Es un fermentado de la soja, contiene lactobacillus beneficiosos para mantener una buena salud de la flora intestinal. Entre sus propiedades destacamos:
- Contiene enzimas para ayudar a digerir bien los alimentos.
- Está demostrado que el miso ayuda a prevenir el cáncer de colon, mama, pulmón y estómago.
- Previene contra las radiaciones.
- La ingesta de miso a largo plazo reduce la hipertensión arterial producida por la ingesta de sal. El contenido de sodio del miso es mucho menor que el de la sal, además de que su absorción es mucho más lenta en el tracto intestinal, por todos los nutrientes que contiene. Es importante que cuando compremos el miso sea NO PASTEURIZADO, dado que, en la pasteurización, el miso es llevado a altas temperaturas, y sus propiedades probióticas desaparecen.
TIPOS DE MISO
- Hatcho miso: sólo soja. El más medicinal de todos, por su fermentación, que dura alrededor de 3 años. Calienta el cuerpo, por tanto, es más apropiado para invierno.
- Genmai miso: se consigue mezclando soja con arroz. El tiempo de fermentación es de dos a tres años. Más apropiado para primavera, otoño, al no tener tanta capacidad de calentar el cuerpo como el hatcho miso.
Estas dos clases de miso son apropiadas para celiacos, dado que no contienen gluten.
- Mugi miso: se obtiene de la fermentación de la soja y la cebada. Su fermentación es parecida al genmai miso, entre 1-3 años, por tanto, es apropiado para las mismas estaciones que éste. Al tener cebada contiene gluten, por tanto, no se aconseja que lo tomen los celiacos.
- Shiro miso: la soja se mezcla con arroz, pero el tiempo de fermentación es inferior a un año. Es de sabor suave y apropiado para verano y para preparaciones ligeras como salsas, quesos vegetales…
Como más conocemos el miso es en la tradicional sopa de miso japonesa. Pero se puede usar para dar sabor a guisos, estofados, patés…con la precaución de añadirlo diluido al final, para que sus propiedades terapéuticas no desaparezcan.
La Ciruela Umeboshi
Es uno de los alimentos más conocidos en Japón, junto con el miso. Es el resultado de la fermentación de una ciruela ume, junto con sal y shiso, una planta parecida a la ortiga, de uno a tres años, lo que va aumentando su contenido en ácido cítrico. Esta fermentación vuelve la ciruela ume en un producto tremendamente alcalino.
Cuando consumimos la ciruela umeboshi, el cuerpo utiliza ese ácido cítrico para descomponer ácido láctico, cuya acumulación en el cuerpo produce cansancio y fatiga.
Ayudan a la digestión, aumentan la producción de bilis e incrementan las defensas del organismo.
Tanto las ciruelas como el vinagre de umeboshi, utilizadas en la cocina, incrementan el sabor y les dan potencia a los platos. Las utilizaremos siempre que queramos añadir sabores ácidos y salados al mismo tiempo. Pero hay que tener cuidado de no echar demasiado ya que puede distorsionar el sabor del plato que hemos preparado.
El Tekka
Se prepara asando, bardana, zanahoria, raíz de loto y jengibre, a fuego bajo, sobre una plancha o sartén, por un largo periodo de tiempo. Se puede preparar hecha, en forma de polvo, pero es aún más deliciosa hecha en casa.
Ayuda a fortalecer la sangre débil, para alguien cansado, se esparce una cucharada de tekka sobre cereales, alimento de avena o pan. Fortalece al corazón especialmente si ha sido debilitado por el consumo excesivo de alimentos yin. También es buena en casos de asma y diarrea. Disuelta en kuzu puede aliviar la migraña.
Es muy rico espolvoreado sobre una galleta de arroz directamente o untado con tahin.
La Cúrcuma
La cúrcuma es una especia muy apreciada y utilizada en Asia tanto como condimento como medicamento, por sus amplias propiedades medicinales. Es un potente antioxidante, por lo que tiene numerosas aplicaciones en procesos de cáncer, en todas sus fases (iniciación, promoción y progresión) pero también inhibe la angiogénesis que es el proceso en el que el tumor genera nuevos vasos sanguíneos para poder alimentarse.
La cúrcuma presenta una gran actividad antidegenerativa en todas sus vertientes, aumenta la actividad del glutatión reducido, y la actividad de la glutatión-S-transferasa, sustancias protectoras clave frente a carcinógenos y radicales libres, que pueden dañar al hígado gravemente.
La combinación de la cúrcuma con la pimienta negra: respecto a las propiedades mencionadas arriba, hay que resaltar que la acción de la cúrcuma se incrementa 20 veces si la tomamos mezclada con pimienta negra. Esta combinación aumenta la absorción de todas las propiedades anti-inflamatorias de la cúrcuma.
El Kuzu
El kuzu es la raíz de una planta (pueraria lobata) que se extrae con un proceso artesanal. En realidad, es un almidón natural que tiene propiedades anti-inflamatorias pero que a su vez tiene la propiedad de espesar.
Es originaria de China, y antiguamente se utilizaba para mitigar el dolor de cuello o hacer brotar el sarampión.
Se han hecho estudios científicos y se ha revelado como un alimento-medicamento para ayudar en la adicción al alcohol. También han quedado probados su efectividad en el sistema cardiovascular, la angina de pecho, migrañas, dolores de cabeza, hipertensión y sorderas repentinas. Nosotros lo vamos a utilizar como remedio para la inflamación intestinal, donde funciona como un verdadero calmante.
Es un espesante natural, pero para que sus cualidades anti-inflamatorias no desaparezcan, no debe hervirse. En la macrobiótica se utiliza para tratarse de enfriamientos y gripe, y también, en general, para proteger al intestino.
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